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miércoles, 29 de abril de 2015

Luz, una rara historia de amor

Oyendo música y sin nada más que hacer tomé un cuaderno y una pluma y me puse a escribir, el resultado una historia algo rara y muy trágica y drámatica. En fin se las comparto y bueno espero la disfruten.


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 Ella lo amaba. Él era bueno, divertido, gracioso; sí, ella lo amaba a pesar del hombre en el que se convertía, cruel, ambicioso al que lo único que le importaba era él mismo y su placer. Y sin embargo pese a todo estaba Ella.

A Ella le gustaba esa parte buena y amorosa de Él , que la hacía sentirse cómoda y segura, amada y se dedicaba a ignorar a próposito al monstruo que habitaba el corazón de su amado. Noche y día se dedicaba solo a ver las virtudes de Él.

Siempre hubo algo que los atrajo como imanes, como si se tratase del destino o una fuerza superior que se empeñaba en mantenerlos juntos: Élla virtuosa y Él vicioso. Hasta que de pronto ya no pudierón estar separados.

Un día algo pasó, algo terrible que los obligo a cambiar su vida y a separarse. Sin embargo ambos sobrevivieron a tal trágedia y al encontrarse de nuevo después de aquel tiempo el uno sin el otro creyerón que ni la muerte los separaría.

Después de aquello cambiarón su vida radicalmente, siempre juntos. Pasarón días, semanas y meses y ellos pobres, seguían inseparables en su ídilio amoroso. A Él las circunstancias lo cambiaban cada vez más forzandolo a hacer cosas malas que en un principio odiaba y que poco a poco con horror descubriria que disfrutaba haciendolas. Y Ella por otro lado estaba más ciega de amor por Él omitiendo lo malo y confiando siempre en Él.

Una tarde Él se despidió de Ella y se marchó  a cumplir con su trabajo, aquel que sería el último que haría y después del cual se marcharía con su amada y comenzarían otra vida, una mejor.
Ella se quedo en casa  y después de besarle le dijo que lo esperaría; pero en cuanto su amor se hubo marchado algo dentro de su pecho le dijo que ya no volvería.

Él cayo víctima de una trampa y sus últimos pensamientos fuerón para Ella, quien lo esperaba en casa, ya lista para marcharse.

El cielo se torno gris y las nubes amenazaban con derramarse sobre la ciudad como si lamentaran la muerte de aquel amante.

El teléfono sonó estrepitosamente y ella se apresuro a contestar, malas noticias se desplegaron del auricular  directamente a sus oídos confirmando sus sospechas. La tormenta se desato dentro y fuera de Ella.

Se apresuro a ir por las maletas temerosa de su propia vida, sin dejar de pensar en Él ni un minuto.
Unos hombres irrumpieron en su casa momentos más tarde y la sujetarón mientras un objeto frío y plateado se abría paso por sus entrañas y la sangre y su calor se derramaban en el piso.
Un dolor atroz la invadio y no pudo pensar más. Los infames se fuerón dejandola moribunda en el piso de la habitación. Tomó fuerza y valor y extrajo aquel cuchillo que soltó en el piso para sujetarse con su pequeñas y temblorosas manos la herida abierta.

Trato de esforzarse y alcanzar el teléfono para pedir ayuda  pero el dolor la vencio y solo pudo tirarun pequeño marco del mueble. En cuanto este tocó el suelo el cristal se hizo añicos y reboto muy cerca de Ella.

Lo sujeto dandole la vuelta y su mirada se empaño, era Él, su amado que desde la foto la miraba con una sonrisa cálida. Olvidandose de su estómago herido, tomó el marco con la foto y lo abrazo derramando lágrimas amargas. 

Algo llamó su atención y dirigió la vista a la puerta cerrada de la habitación mientras el picaporte se movía y Él entraba acercandosele mientras le ofrecia su mano una vez más. 

Ella estiró todo lo que pudo el brazo hacia Él mientras se le cerraban los ojos, entregandose a su luz, esa luz que tanto amaba de Él, una última vez, para siempre.


Hasta la próxima. *les dejo un dibujito que hize*

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